EL ASESINATO DE JOSE IGNACIO RUCCI
- ARIEL LUGO
- 26 nov 2024
- 3 Min. de lectura
El asesinato de José Ignacio Rucci, ocurrido el 25 de septiembre de 1973, es uno de los eventos más significativos y controvertidos en la historia política argentina. Rucci, quien era el secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT), fue asesinado en un atentado atribuido a la organización guerrillera Montoneros.
Contexto Histórico
José Ignacio Rucci nació el 15 de marzo de 1924 en Alcorta, Santa Fe. Desde joven, se involucró en el movimiento sindical, llegando a ser una figura prominente en la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y posteriormente en la CGT. Su cercanía con Juan Domingo Perón lo convirtió en un actor clave en el retorno del líder peronista a la Argentina después de 18 años de exilio.
El Atentado
El 25 de septiembre de 1973, dos días después de que Perón fuera elegido presidente por tercera vez, Rucci fue emboscado y asesinado a balazos cuando salía de su casa en el barrio de Flores, Buenos Aires .El ataque, conocido como “Operación Traviata”, fue llevado a cabo por un comando de Montoneros, quienes dispararon más de 20 veces contra Rucci.
Consecuencias Políticas
El asesinato de Rucci tuvo profundas repercusiones en la política argentina. Marcó el inicio de una escalada de violencia que ensombreció el tercer mandato de Perón y profundizó la división dentro del movimiento peronista entre la derecha sindical y la izquierda revolucionaria. La muerte de Rucci también simbolizó la ruptura definitiva entre Perón y los Montoneros, quienes habían sido sus aliados en el pasado.
La reacción de Perón
La reacción de Juan Domingo Perón ante el asesinato de José Ignacio Rucci fue de profunda consternación y enojo. Perón consideraba a Rucci no solo un aliado político, sino también un amigo cercano y un pilar fundamental en su estrategia para consolidar el poder tras su regreso a la Argentina.
Declaraciones Públicas
Perón condenó enérgicamente el asesinato, calificándolo como un acto de traición y violencia que buscaba desestabilizar su gobierno. En sus discursos, Perón expresó su dolor personal y político, señalando que el ataque no solo era contra Rucci, sino contra todo el movimiento peronista.
Impacto en la Política
El asesinato de Rucci exacerbó las tensiones dentro del peronismo, especialmente entre la facción sindical y la izquierda revolucionaria representada por los Montoneros. Perón utilizó el asesinato como un argumento para justificar una postura más dura contra los sectores radicalizados del movimiento, lo que llevó a una mayor represión y a la eventual ruptura con los Montoneros.
Medidas Tomadas
Tras el asesinato, Perón impulsó una serie de medidas para fortalecer la seguridad y combatir a las organizaciones guerrilleras. Esto incluyó un aumento en la represión y la implementación de políticas más autoritarias, que marcaron el tono de su tercer mandato.
El asesinato de Rucci, por tanto, no solo afectó profundamente a Perón en lo personal, sino que también tuvo repercusiones significativas en la política argentina, contribuyendo a un clima de creciente violencia y polarización.
Investigaciones y Controversias
A pesar de varias investigaciones, el asesinato de Rucci nunca fue completamente esclarecido. La causa fue reabierta en 2009, pero no se lograron reunir suficientes evidencias para llevar a juicio a los responsables. La autoría del atentado fue reconocida por Montoneros en 1975, pero las circunstancias exactas y los motivos detrás del asesinato siguen siendo objeto de debate.
Legado
El asesinato de José Ignacio Rucci dejó una marca indeleble en la historia argentina. Su muerte es recordada como un símbolo de la violencia política que caracterizó la década de 1970 en el país. Además, su figura sigue siendo reivindicada por sectores del sindicalismo y del peronismo que ven en él a un mártir de la causa obrera.
Kommentare